domingo, 7 de agosto de 2011

Papeles y otros condicionantes.

El estrés y las prisas los abordan y desbordan, los miles de quehaceres que trae consigo su intención cobran un valor místico, mágico y espiritual. Van a hacerlo y la hipocresía se manifiesta en color blanco virginal, en arroz sobrevolando velos y cabellos engominados y en floridos adornos. Mezclan lo sentimental con lo material. Sellan el énfasis de sus cuerpos y sus mentes, la pasión de sus intenciones y la intensidad con la que le deseo hacia la otra persona se manifiesta con una copiosísima cena y una gran borrachera.

Quizás sea yo el hipócrita, quizás algún día piense que un trozo de papel y unos miligramos de tinta negra puedan llegar a condicionar el amor de dos personas. Si algún día lo hago, os diré por qué lo hice, mientras tanto; no lo entiendo.

Un cordial saludo.