Jamás recibirás
esta carta. Quizá sea porque no existas. Quizá. Aunque no te preocupes, nunca
me ha importado. Así es más sencillo. Yo te amo y tú no me atormentas con el
espectro de un idilio perfecto que solo lo es porque no lo será nunca. El amor
tendría que ser así, irrealizable y tortuoso, pero inquebrantable. No debería poder
ser tocado, porque al amasarlo y sentirlo completo se corrompe, se agrieta, se
erosiona y pierde su voluptuosidad. La cáscara cae y tan solo queda el hueso;
sin néctar, sin carne, sin vida, tan solo el recuerdo de un sabor dulce e
intenso.
Me contradigo.
Lo sé. Deseo poseerte aún cuando prefiero que no respires. Es una partida que
no puedo ni tampoco quiero ganar, pero no me resigno a perderte. Es por ello
que he intentado traerte a este mundo con tremebundo ímpetu. Te he convertido
en diosa en mis sonetos, te he engendrado como diva en mis bocetos y en mis
óleos; he tratado, en definitiva, de proyectar la imagen de ti que reposa en mi
mente, pero nada ha servido. Las palabras se tornaban ambiguas al releerlas y
tu espíritu se escurría entre los trazos de grafito, y al dibujarte con mi
patética técnica, tus ojos no eran tus ojos ni tu piel tampoco era esa tez
rosada regada por pecas. Lo he intentado hasta la desesperación, he probado a
retratarte rebosando ajenjo y cocaína. Y lo que durante el éxtasis me pareció
la perfección, al volver de lo más cerca que he estado jamás de la muerte, era
una aberración. No he vuelto a hacerlo, al menos no mezclando, pero me di
cuenta de algo entonces. Esa culminación que vino y se fue, tan efímera, me
dejó acariciarte.
No pienses que
desistí. Encontré la forma de llegar hasta tu esencia. Hice de un amorfo titán
de hielo, tu figura. Te hice nuda, tal y como lo eres en mis fantasías: con el
cuero terso y brillante. Le arranqué al monstruo deforme todo lo que no eras
tú, como si de la cierta pesadilla de no tenerte jamás, emergieras y me
helaras, con un beso en el cuello, la sangre. Tus ojos se abrieron cuando el
cincel les dio la luz, y en uno de los pellizcos que la lima le asestó, me
pareció ver bajo la escarcha, la intensidad de un Sol desintegrándote con un ritmo cruel. Pero aún
así, tan cristalina era tu mirada como en los sueños.
Te hice a medias.
Ya sangrabas agua cuando apenas pude perfilar tus pezones. Pero eras bella, tan
bella como jamás te he visto, y efímera. Te acaricié sabiendo que la canícula
de mis dedos adelantaba tu extinción, te abracé y te besé, pero sobre todo te
contemplé. Vi, sentado en el suelo y empapándome de ti, como tus ojos se convertían
en lágrimas y como se formaba un pequeño lago en lo más alto de tu cabeza, que
de vez en cuando desbordaba y erosionaba, con el paso del líquido, tu contorno.
Cuando tan solo
un pedazo de tu pecho quedaba por deshacerse, lo sostuve entre mis manos, y con
los latidos de mi corazón te devolví a la celda de mi ficción.
Madre mia¡¡
ResponderEliminarQue preciosidad de relato... la crueldad y el dolor con el amor tan ansiado...
No pense que un título como el que se me ocurrió de repente.. diera tanto de si..
Te felicito por haber hecho de un titulo mediocre una perfecta sintonía.. ;)
Me alegro que te haya gustado! Y de que lo hayas entendido tan bien, tenía dudas de si estaba todo claro, pero ahora ya me quedo más tranquilo.
EliminarEl título no era mediocre, simplemente había que exprimirlo un poquitín.
Gracias por pasarte por aquí!
Me encantó. Muy bien escrito, muy bien puntuado, sin cosas puestas para haber bulto. Intenso, además. Mis felicitaciones, Raúl. Saludos.
ResponderEliminarHola Raúl;
ResponderEliminar¡Menudo relato! Me ha encantado tu relato y tu forma de escribir.
Enhorabuena.
Un saludo;
Willowgreen
Raúl, tu relato me ha resultado magnífico!!!
ResponderEliminarLa narración es estupenda.
Felicitaciones
Saludos
Ivo
Hola...
ResponderEliminarUn relato muy bueno. Te felicito.
Saludos!!
Muchísimas gracias a todos por pasaos por aquí.
ResponderEliminarMe dejaste sin palabras. Excelente !
ResponderEliminarSaludos :)
Hola Raúl!
ResponderEliminarMe pongo de pie ante tu relato, me encantó! Es tan sublime y maravilloso! Es un deleite leerte. Imaginarme las sensaciones de ese artista, fue increíble. De los mejores relatos de este mes. Felicidades!
Saludos!
Muchísimas gracias.
ResponderEliminarLos comentarios de ánimo como los vuestros ayudan mucho, y me animan a seguir escribiendo.
Un cordial saludo.