Carmen, he intentado
llamarte pero no lo cogías, así que espero que oigas esto más pronto que tarde.
Solo quería saber si estabas bien. Anoche, al no aparecer, te guardé la cena en
la nevera. Aquí ya no te quedan bragas y calcetines, así que tráete cuando
vengas… ¡Ah! Casi se me olvida. Te has dejado una carta con mi nombre. Te
quiero mucho. Luego nos vemos, Carmen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario